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martes, 31 de agosto de 2004. Información actualizada por Guiller
La coloquialidad diaria deforma en ocasiones las palabras, nos acostumbra a un uso cuando sabemos que no es el adecuado, de tal forma que al final olvidamos cuál era el correcto.
Identidad corporativa, imagen corporativa, logotipo, marca son conceptos que se oyen diariamente y que son usados a veces de manera indistinta como si fueran sinónimos cuando realmente no lo son.
Pensemos por ejemplo en la imagen de Correos. Está compuesta por una parte gráfica que es una antigua trompetilla con la corona real y una parte textual que es la palabra "Correos". Ambas partes forman un todo, componen la marca.
Gracias al paso del tiempo y a la propia constitución de la parte gráfica, podemos atribuir a ésta los valores del todo, es decir, reconocemos perfectamente que estamos ante un servicio de Correos por el simple hecho de ver la trompetilla, que sería el imagotipo. Lo mismo ocurre, aunque de forma más clara, con la parte textual de la marca, con el logotipo.
Cuando usualmente oímos "me gusta ese logotipo" debiéramos decir "marca" porque es el término correcto. Sin embargo, debido al uso generalizado del gran público y de nosotros mismos por evitar aturdir al cliente con una confusión de nombres, optamos por simplificar todo con la palabra "logotipo".
La imagen corporativa recoge todas las adaptaciones de la marca a las aplicaciones que el cliente requiera: cartas, sobres, tarjetas, tampones, bolígrafos, carteles, prensa, publicidad exterior, rotulación, uniformes,... Todos estos usos han de recogerse en un Manual de Imagen Corporativa que se entregará al cliente para que tanto él como otras empresas que requieran de su marca, sepan cómo han de actuar al respecto. Con ello, se evitaran malos o inadecuados usos de la misma.
La identidad corporativa se asimila con frecuencia a la imagen corporativa cuando realmente no son conceptos sinónimos. Un manual de identidad corporativa es mucho más amplio porque debe recoger no sólo el contenido del Manual de Imagen Corporativa que podríamos definir como la parte "física", objetiva, sino también una parte más "etérea", subjetiva. Deben especificarse por ejemplo cómo tienen que ser los empleados, cómo deben vestir, cómo han de comportarse en el trabajo, cuáles han de ser las estrategias comerciales habituales, las técnicas de venta, ... Es decir, no se trata solamente de decir qué hay que hacer sino también cómo.